HISTORIA Y VIDA AZUCARERA EN SINCERIN
ACTIVIDADES PUBLICAS
Carlos y Fernando Vélez, como muchos incipientes empresarios colombianos de
esa época, vieron llegar con buenos ojos la administración propuesta por Rafael
Reyes, a este país en el que hasta entonces habían predominado los abogados y los
literatos en los cargos administrativos. Carlos formó parte, desde 1904, del directorio
reyista que trabajó en Bolívar por el éxito de la candidatura de Reyes a la presidencia,
aún siendo su contenedor político su tío Joaquín F. Vélez. Amigo personal
del general Reyes, Carlos se identificaba plenamente con su programa de gobierno,
como lo muestra un telegrama que le envió con motivo de su candidatura:
Su telegrama del día ocho es todo un programa:
Menos política y mas
administración; es decir, basta ya de latines y de idealismos y ocupémonos
en desarrollar nuestras grandes riquezas. Agricultura, inmigración,
caminos, trabajo, paz y concordia, es lo que pide Colombia, y
lo que sus viejos amigos esperan de Ud. Salúdalo, amigo, Carlos Vélez
Daníes41.
EL TRASPORTE
El Central Colombia se abastecía con el suministro de cañas producidas en la hacienda
San Agustín. De sus casi ocho mil hectáreas, estaban sembradas mil quinientas
en el momento en que se instaló la maquinaria en 1908. Paq1 19 13, cuando la
visitó Antonio S amper, tenía unas dos mil hectáreas en producción de cañas. El sistema
para el transporte de la caña del campo a la fábrica consistía en apilar la caña cortada
para embarcarla en carretas tiradas por bueyes del campo a la línea fé rrea más cercana.
Los bueyes siguieron cumpliendo un desempeño importante dentro del ingenio
mecanizado; la hacienda San Agustín contaba con trescie ntas yuntas de bueyes, que
eran mantenidas en las tierras de playones colindantes con el Canal del Dique con
este propósito. Para el acarreo de los carros cargados de cañas, se habían instalado en
los campos doce kilómetros de vías férreas portátiles.
PRODUCCION
El Central Colombia produjo en 1909, durante su primera zafra, 5.082 toneladas de
azúcar refinado, poi. 96 grados; aspiraba a producir el·doble y no fue considerada
una buena zafra porque aún no se había terminado de instalar la totalidad de la
maquinaria, y porque la estación de lluvias se adelantó, y fue muy fuerte, perjudicando
la molienda. Exportó en esa ocasión 1.903 toneladas a Inglaterra y 1.304 aEstados Unidos88. Al año siguiente, 191 O, su producción durante los tres meses de
duración de la zafra fue de 5.175 toneladas. Su capacidad de molienda era entonces
de mil trescientas toneladas de caña en veinticuatro horasH9.
Los costos de la producción fab ril variaban de acuerdo con la tecnología empleada.
Para 192 1, el presidente de la Sociedad de Agricultores ele Bogotá calculaba que
para la producción de azúcar en trapiches que uti lizaban el anticuado sistema ele
trenes jamaiquinos el costo de producción de una tonelada era de 135 pesos orol.l0. Si
se disponía de tachos al vacío para la evaporación de los caldos y de centrífugas para
la cristalización del azúcar, los costos descendían a 120 pesos oro la toneladaY1.
Cuando la zafra resultaba insuficiente, el costo de producción del azúcar se recargaba
considerablemente.
organización del cultivo y el rendimiento de las cañas-, no fue tan eficiente como
el manejo de las máquinas: el sistema de colonato no resultó ser lo más conveniente,
como tampoco lo fue en Cuba, y no siempre las cosechas de caña fueron buenas o
suficien tes; la inexistencia de riego, las variedades de caña sembradas, o los impredecibles
cambios climáticos tropicales fueron factores importantes de cuyo manejo
dependía el formidable abastecimiento de cañas que demandaban sus instalaciones.
Al respecto, Antonio Samper Uribe observaba, a raíz de la zafra de 191 3, que
el verano y la langosta han hecho estragos. La empresa logró destruir
la langosta con un gasto de más de $ 700.000, pesos papel, pero los
malos efectos del verano no ha podido contrarrestarlos, por falta de
trabajos de irrigación. El rendimiento por hectárea me parece que no
va a alcanzar este año a cuarenta toneladas, a juzgar por el mal estado
de la plantación [. .. ] A mi modo de ver, la calidad de los terrenos es
buena, y lo que hace falta para que la caña sea exuberante y jugosa es
riego y una labor más intensa y esmeralda.
CULTIVO Y RENDIMIENTO DE LA CAÑA
Al parecer, la vertiente agrícola del negocio del ingenio de Sincerín, -es decir, laorganización del cultivo y el rendimiento de las cañas-, no fue tan eficiente como
el manejo de las máquinas: el sistema de colonato no resultó ser lo más conveniente,
como tampoco lo fue en Cuba, y no siempre las cosechas de caña fueron buenas o
suficien tes; la inexistencia de riego, las variedades de caña sembradas, o los impredecibles
cambios climáticos tropicales fueron factores importantes de cuyo manejo
dependía el formidable abastecimiento de cañas que demandaban sus instalaciones.
Al respecto, Antonio Samper Uribe observaba, a raíz de la zafra de 191 3, que
el verano y la langosta han hecho estragos. La empresa logró destruir
la langosta con un gasto de más de $ 700.000, pesos papel, pero los
malos efectos del verano no ha podido contrarrestarlos, por falta de
trabajos de irrigación. El rendimiento por hectárea me parece que no
va a alcanzar este año a cuarenta toneladas, a juzgar por el mal estado
de la plantación [. .. ] A mi modo de ver, la calidad de los terrenos es
buena, y lo que hace falta para que la caña sea exuberante y jugosa es
riego y una labor más intensa y esmeralda.



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